Era un dia de tantos, un viernes a la tarde le dijo a su padre te quiero algo contar al salir de la escuela me ha pasado una cosa una señora hermosa me vino a saludar me aconsejó que estudie, que nunca falte a clase que me cuide en la calle, que te obedesca a ti y con un fuerte abrazo y con un beso al fin me dijo tengo un hijo muy parecido a ti.
Padre, tu me enseñaste que jamas debo mentir que solamente la verdad debo decir tu me juraste que mi madre un dia murio y que entre ustedes hubo siempre mucho amor. Padre yo no te juzgo ni a mi madre juzgaré, lo que pasó entre ustedes dos respetaré pero ni tu ni nadie me podrá negar que al salir de la escuela yo la he visto a mi mamá.